El Salvador: En pocos días se registraron varias agresiones a periodistas por parte de funcionarios de gobierno
En los últimos días se recrudeció la hostilidad del gobierno hacia trabajadorxs de prensa y contra la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), organización afiliada. Una de las agresiones fue protagonizada por el presidente Nayib Bukele, quien publicó ayer en sus redes sociales una denuncia falsa contra un miembro de la conducción de APES.
Conferencia de prensa de la Mesa de Protección a Periodistas
Varios hechos sucedidos en los últimos días despiertan preocupación por la situación que atraviesan lxs periodistas actualmente en El Salvador. El viernes de la semana pasada, el asesor jurídico de la Casa Presidencial Javier Argueta, mediante un mensaje en su cuenta de twitter, amenazó con sanciones a la revista GatoEncerrado por no querer revelar sus fuentes ante una noticia en la cual se lo involucraba, realizando una interpretación libre de la jurisprudencia al respecto. Lxs periodistas del medio aclararon que cumplieron con todos los mecanismos para contrastar la información y que se otorgó al funcionario la posibilidad de referirse a los hechos, derecho que Argueta no quiso ejercer. Las leyes nacionales y las convenciones internacionales amparan a lxs trabajadorxs de prensa y por lo tanto no están obligadxs a dar información sobre sus fuentes.
Pocas horas transcurrieron desde ese hecho, cuando el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, utilizó también su cuenta de twitter para atacar a un comunicador. En este caso, la agresión estuvo dirigida a William Gómez, directivo de APES, a quien acusó de incitar a manifestantes a realizar actos vandálicos en las movilizaciones organizadas contra el gobierno el 15 de septiembre pasado. El mandatario acompañó ese mensaje con una foto del instigador y varios retratos del dirigente gremial, pero de ninguna manera se puede confirmar que sean la misma persona. En una conferencia de prensa realizada hoy junto a la Mesa de Protección a Periodistas, APES mostró evidencia que desliga a William de esas acusaciones. La instalación de noticias falsas que involucran a un trabajador de prensa pone en riesgo su integridad, y constituyen un acto de amedrentamiento que no busca otra cosa más que disciplinar al conjunto de lxs trabajadorxs de prensa. Y la gravedad de este acto no radica solo en el hecho en sí mismo sino en que fue perpetrado por la máxima autoridad nacional.
Estos dos sucesos, que son de suma gravedad por las figuras públicas que los llevaron adelante, se suman a los reiterados maltratos que reciben lxs trabajadorxs de prensa en la Asamblea Nacional cuando intentan realizar su trabajo cotidiano.
Desde la Federación Internacional de Periodistas repudiamos los intentos de amedrentamiento a periodistas por parte de la administración nacional, actitud que no puede ser aceptada en una sociedad democrática. Nos mantenemos en alerta ante estos preocupantes hechos, que constituyen ataques directos a la libertad de lxs trabajadorxs de prensa de ejercer su función sin condicionamientos ni miedo a represalias.